Hablar de “moda” en nuestros días, se ha convertido en un tema de conversación lleno de sentido, significado e historia. Dejamos atrás el pragmático discurso de que la moda era para unos cuantos y entendimos que en realidad es parte fundamental de nuestra identidad y realidad cotidiana y humana. Sobre todo si hablamos de la ropa hecha a mano.

Cualquier prenda que habita en tu clóset tiene una historia que la llevó hasta ese sitio, que conectó con tu personalidad y que, de cierta forma, es parte de tu expresión personal. Sin embargo, los textiles confeccionados a mano tienen muchas cosas que contarnos, que va desde el origen de las materias primas con las que está elaborada, hasta historias familiares y comunitarias que se han convertido en una tradición y herencia artesanal.

En la comunidad de Cancuc, ubicada en el norte de Los Altos de Chiapas existen muchas familias de artesanos que se han dedicado por generaciones a la elaboración de una pieza icónica de la moda textil mexicana, el huipil.

Caracterizado por su diseño compuesto por colores vibrantes y su técnica de brocado geométrico, similar a píxeles. Su confección requiere de una habilidad impresionante desarrollada por hombres y mujeres artesanas desde su
infancia.

El proceso para la elaboración de un huipil de mujer puede llegar a tardar hasta un mes, ya que las materias primas con las que se elaboran deben de ser adquiridas y transportadas desde San Cristobal de las Casas hasta las comunidades artesanas. Una vez que se cuenta con la materia prima, se procede a la técnica del telar de cintura mediante el cual se realiza el brocado y bordado de cada pieza. Los colores que distinguen a estas maravillosas prendas son el rosa, azul y morado.

 Huipil tradicional de la comunidad de Aldama

Por otro lado, existe también la comunidad de Aldama, en donde se confeccionan los huipiles caracterizados por el uso del color rojo en sus tejidos y brocados. Mismos que son símbolos de la cultura maya y que significan diferentes cosas como el universo, Además, de que la confección de cada uno de ellos puede variar entre las cuatro y cinco horas diarias, dando un total de entre 40 o 50 horas de producción.

Es por esto que en Folklora queremos compartirte un poco más de las prendas que con mucho amor estamos trabajando, de la mano de grandiosos artesanos, para ofrecerte piezas de calidad, llenas de estilo, tradición e historia.

Conoce la anatomía textil de tu ropa antes de comprarla, y saca provecho a cada una de nuestras prendas en cada ocasión especial de tus días.